Sonidos

Sonidos brutos en la calle
una bocina
un perro que ladra
una vecina que ruge
una puta mal pagada

Pero las voces que se escuchan en el vecindario
se inundan de olores y preseas mal logradas
por inútiles transeúntes de silencios parcos
y no gemidos de calientes vibraciones

Más que nada
la canción a la que me tienes acostumbrado

Una sirena apuñalada
por aquel pirata de hace unos meses
y aquella niña hecha mujer en mis brazos
de similitudes bastardas
y de bastardos sentimientos
en putos momentos malparidos
profanadas por canciones sacras de mis dos caras

Una gregoriana fría
y otra gemida varia

Porque de sonidos yo estoy hecho
como deseo indecente hecho pedazos
o como canción ochentera en la radio AM
o como metáfora malentendida

Sonidos plausibles de orgasmos cuasi perfectos
batidos de piernas gritos y canciones
sonidos impropios de amantes al acecho
ilegales desgarros sónicos de ondas en perfecta sincronía

Porque esos son los sonidos que busco
que te provoco
que te inspiro

Sonidos de la vecina de al frente
o de la colegiala con el bombero
sonidos de la banda de la escuela
y la profesora con el alumno en la oficina
sonidos gritones de aquella secretaria
muriendo de ganas
por otra hora extra bien pagada

Sonidos en tu cabeza
aquella voz de lo incorrecto
que de libido materializas en mis labios
esa que te recuerda donde vivo
que con malas intenciones
te dice a que horas estoy sólo

Porque ya no soy yo el de las malas intenciones
eres tú la que compone sonidos en mis espalda
que por piano confundes en el edredón

Porque busco el sonido de tus tacos en la vereda
confundida, satisfecha, sudorosa y trastornada
cansada de la batalla
de haber compuesto más sonidos conmigo