19 November, 2006

Tardes negras...


Tardes en las que la libertad duele
dias en que la poesia no llena los tristes vacios
tardes oscuras de domingos sin historias
sin canciones alegres ni cantos gregorianos
solo la luz negra de estas cuatro paredes
en las que mi memoria se entromete
solo cuando ya no quedan ganas de nada
cuando nada me motiva

Recuerdo que este sentimiento
se recibió como el hijo esperado
cuando carecian las tematicas
y escribia de aquellas tardes
con esa dulzura infantil que antes poseia
miel que se amargó
cuando las tardes negras
superaron la luz que entraba por la ventana
esa escasa esperanza
de que las tardes negras solo serian una moda
y no un estilo de vida.

El libre albeldrio que se me negó cuando niño
se me entrega facil
tan facil asi
que no es beneficio sino rutina
otra sombra que anega mas aun mis tardes negras
haciendolas menos faciles de llevar
mas negras que el mismo negro.

Pero al fin y al cabo
de una forma ironica y maldita
me asimilo a mis tardes
haciendolas parte de mi
y yo parte de ellas
ya no con la alegria por la tristeza
sino vivir la tristeza con una cara alegre.
Mintiendo
mintiendo, mucho
aprovechando lo negro de estas tardes
para ocultarme de la bestia que soy yo mismo
mientras los pliegues de mi cama
son motores de estas tardes
que brillan como tristezas preteritas
pero oscurecen siempre
como tardes negras del presente.