Cazador cazado

Persigo aromas de hierba ardiente
congelado en el silencio
preso de las maquinaciones perversas
de mil maneras de devorarte
que son solo artes

De mi oficio
de mi vida.

Escondido entre matorrales
espero,
en silencio,
como buen cazador
el tiempo no apremia
la presa se escucha
el depredador la espera

Se que vienes, mis garras lo saben
se que caerás en mi emboscada de hielo
y serás consumida en este torrente de fuego
contradicción perfecta
entre mi mente y mi deseo

Entre las sombras soy el cazador
y a la luz soy la oveja que pasta tiernamente
mi careta es mi escondite
para devorarte de improviso
en lugares impensados
con luces carentes
de hogueras personales.

Shhh, silencio, ¿escuchas?

Escucho unos pasos en la hierba
un perfume
una mirada candente
tu mirada candente
me incendia
te incendia
me eleva
te eleva
me suelta
me caza
me expira...

Cazador cazado
quien lo diría
fauces hambrientas saciadas
por mi víctima victimaria de fuego

Cazador cazado
de muerte sonriente
de jadeos roncos
y de gritos sordos
de garras y pieles rotas

-De emboscadas arruinadas-

Más el hambre está saciada
víctimas y victimarios:
sólo leña de la hoguera
de este
un cazador cazado

Devorado y devorador
víctima y victimario

Hembradicto

Las sinuosas formas de tus caderas

serpenteando y espantando fantasmas

me invitan, me incitan, me excitan

Ese aroma a tierra y a hierba

a hembra salvaje citadina

a cardos de fuego y de torrentes de pasiones

Como no ser adicto

si el placer incitante y latente

en cuerpos sugerentes y maduros

en primaveras ansiosas e inviernos con compañía.

Soy un hembritofago definido

solo me mueven las pasiones

y las revelaciones perversas

que mi oscura mente me entregue

Siento unas caderas entrar al cuarto

me erizo

me estiro

salto y rastreo mi presa

porque para ser adicto hay que ser cazador

y para cazador hace falta ser cazado

haber sido cazado

por alguna ménade rebelde

Por eso te incluyo en mis adicciones

al alcohol, al tabaco y otras excentricidades

te incluyo hembra hija del deseo

madre de mis caídas

porque como toda adicción

acabas con mi mente

con mi cuerpo

con mi vida

Pero pueden más tus caderas,

hembra

cardo de fuego ruleta de risa

ménade incesante, bestia salvaje citadina

driada serpiente sirena del deseo

Eres la adicción de este fauno brujo

esclavo de tus caderas

compositor de tus gemidos.