"La chica vestía de rojo "
(Frank Miller)
Se siente tan frágil e ingrávida en mis brazos
pero tan ruda a la vez, sus gestos, intrigante
mientras el sórdido viento levanta papeles sucios en el viejo callejón
se siente así
con la boca de hierro respirando en mi oído
se ve tan fuerte, tan bella
poderosa
El olor a pólvora, la lluvia, unos pasos
hasta el recóndito momento del abrazo
me hacen sentirla tan suave y tan asustada
tan triste y desesperada
y allí me veo
atado a su mullido pecho, sus cabellos erizados
la pequeña muerte
su pequeña muerte
-la definitiva-
El más dulce y tierno abrazo
del más mefistofélico y frenético deseo
esos quince minutos, de pasión, muerte y ternura
El gatillo en su sien, su último respiro
el sutil zumbido del silenciador acaba con todo
con la rudeza de sus ojos, la fragilidad de su cuerpo
Ella, la victima
Yo, el victimario
Ahora la vuelvo a sentir frágil, ingrávida
Su peso muerto es ligero en mis brazos
Y el viento en sus rizados cabellos me lacera
Hace trizas mi confianza pero hincha mi bolsillo
el lunes por la mañana
cuando cobre lo que me corresponde
Sigue siendo tan fuerte, tan bella
Poderosa.