Hasta nunca diosa de los bares

Aldy, la locura no es pecado

Hasta nunca diosa de los bares
tú que nunca fuiste más que la musa dionisiaca de una mente alcoholizada
y nada menos que el calendario de Báltica del año pasado.

Me despido para siempre querida
mi puta barata de tres tragos y conversa de fauno
me despido de los vasos vacíos y de las rumbas-selvas de 45 grados
me despido de mi trago comunacho
y por sobre todas las copas
de ti, mi diosa de los bares.

El anonimato y el alcohol en mi sangre
el vicio de los días vacíos sin litros ni granadas
esos días de humo blanco y vaticanos lejanos
esas copas con algún poetillo o algún cantante de esquina.

Te extrañaré, mi diosa de los bares
mi musa dionisiaca
mi calendario de Escudo
mi hembra de mentira
mi falsedad de litro y medio.

Pero no temas tanto querida
sé que no seré fiel a mi nueva norma
traicionaré el pacto de vez en cuando
y beberé hasta embriagarme de tus mares.

Mi musa dionisiaca
mi calendario de Cristal
mi bomba cuatro en la mañana.

Hasta nunca, mi diosa apócrifa
mi Perséfone violada
mi ambrosía con Coca-cola
mi talón de Aquiles líquido
mi apostata anunciada
mi condena a la soledad
mi café con malicia en el estadio.

Has sido compañera
mi diosa de los bares
mi mariposa traicionera
mi bolerito cebollero
y mi perla al cuajo vinagrero.

Hasta nunca mi diosa de los bares
mi musa dionisiaca
mi calendario de taller mecánico
mi anuncio de cerveza
mi dolor prematuro
mi hembra de litro y medio
mi sangre corroída
mi mente alcoholizada
mi diosa griega en apogeo
mi Deméter furiosa
mi parca venidera.

Nos vemos de noche
mi diosa de los bares
cuando bese tu cuerpo incendiado
mi musa dionisiaca
cuando este poeta se vuelva a quedar sin letras
mi diosa de los bares.

Mi hembra perfecta
irreal anhelo de un Olimpo codiciado
y volteado
tras la peor de las resacas.